jueves, 31 de diciembre de 2020
miércoles, 30 de diciembre de 2020
al ritmo de tu corazón
Fórforo
martes, 29 de diciembre de 2020
Toxica
lunes, 28 de diciembre de 2020
domingo, 27 de diciembre de 2020
candido
sábado, 26 de diciembre de 2020
viernes, 25 de diciembre de 2020
Vitruvio
paisaje de verano con motas rojas
Besos
jueves, 24 de diciembre de 2020
bagris hienae
una gioconda
miércoles, 23 de diciembre de 2020
dialogo
abrazo
martes, 22 de diciembre de 2020
lunes, 21 de diciembre de 2020
sueño de una noche
domingo, 20 de diciembre de 2020
Virgin
sábado, 19 de diciembre de 2020
viernes, 18 de diciembre de 2020
jueves, 17 de diciembre de 2020
miércoles, 16 de diciembre de 2020
martes, 15 de diciembre de 2020
lunes, 14 de diciembre de 2020
domingo, 13 de diciembre de 2020
sábado, 12 de diciembre de 2020
Franklin Sequeriros Soto
viernes, 11 de diciembre de 2020
Ismael Serrano
A veces me desdoblo y me digo al oído:
"¡Qué bueno respirar, sentirte vivo!
¡Qué bueno que te cruces por mi camino!".
Rodeado de un espejo circular,
soy feliz con esta esquizofrenia tan particular.
¡Qué grato es encontrarme vaya donde vaya!
Por más que me cuento mis chistes
siempre me hacen gracia.
Si me voy, si me duermo, la vida se apaga.
¡Qué potra saber que siempre me seré fiel!
¡Qué suerte desde un principio caerme tan bién!
Y voy y me levanto cada mañana,
feliz y seguro.
Me hago el desayuno,
me lo sirvo en la cama,
y allá voy,
menudo soy,
me dedico un arrechucho:
sexo seguro,
sin riesgos, sin contemplaciones,
dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor,
menudo soy para el amor.
Y que le voy a hacer si la gente
me condenó al olvido, a ser autosuficiente,
si con eso sobrevivo, que no es poco,
mejor loco que mal acompañado.
¡Qué bonita, qué divertida es conmigo la convivencia!
¡Descojonarme de mi última ocurrencia!
Y esperarme despierto, vuelva a la hora que vuelva,
o cocinar para mí mi plato favorito,
no encontrar en el baño más pelos que los mios.
Sólo yo controlo, sólo yo determino,
mis hábitos de higiene.
Lloro en mi hombro cuando nadie me entiende.
Si me siento solo miro a la luna,
me juro amor eternamente.
Rodeado de un espejo circular,
soy feliz con esta esquizofrenia tan particular.
Y voy.
Y voy y me levanto cada mañana,
Feliz y seguro.
Me hago el desayuno,
me lo sirvo en la cama,
y allá voy,
menudo soy,
me dedico un arrechucho:
sexo seguro,
sin riesgos, sin contemplaciones,
dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor,
menudo soy para el amor.
Y que le voy a hacer si la gente
me condenó al olvido, a ser autosuficiente,
si con eso sobrevivo, que no es poco,
mejor loco que mal acompañado.
Y voy y me levanto cada mañana,
feliz y seguro.
Me hago el desayuno,
me lo sirvo en la cama,
y allá voy,
menudo soy,
me dedico un arrechucho:
sexo seguro,
sin riesgos, sin contemplaciones,
dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor,
menudo soy para el amor.
Y que le voy a hacer si la gente
me condenó al olvido, a ser autosuficiente,
si con eso sobrevivo, que no es poco,
mejor loco que mal acompañado.
jueves, 10 de diciembre de 2020
miércoles, 9 de diciembre de 2020
poema inconcluso
martes, 8 de diciembre de 2020
Naufragios
lunes, 7 de diciembre de 2020
el planeta de los simios
sábado, 5 de diciembre de 2020
sombreros inclusivos
viernes, 4 de diciembre de 2020
jueves, 3 de diciembre de 2020
miércoles, 2 de diciembre de 2020
martes, 1 de diciembre de 2020
Conejido
lunes, 30 de noviembre de 2020
Espia sobre papel fotográfico
domingo, 29 de noviembre de 2020
León Felipe
sábado, 28 de noviembre de 2020
viernes, 27 de noviembre de 2020
jueves, 26 de noviembre de 2020
traje de Baño
miércoles, 25 de noviembre de 2020
martes, 24 de noviembre de 2020
el apuro de la pasion
Montevideo
lunes, 23 de noviembre de 2020
medusa
En italia te bautizaron medusapor la encrespada y alta luz de tu cabellera.
Yo te llamo chascona mía y enmarañada:
mi corazón conoce las puertas de tu pelo.
Cuando tú te extravíes en tus propios cabellos,
no me olvides, acuérdate que te amo,
domingo, 22 de noviembre de 2020
Olga Orozco
Entre perro y lobo
Me clausuran en mí.
Me dividen en dos.
Me engendran cada día en la paciencia
y en un negro organismo que ruge como el mar.
Me recortan después con las tijeras de la pesadilla
y caigo en este mundo con media sangre vuelta a cada lado:
una cara labrada desde el fondo por los colmillos de la
furia a solas,
y otra que se disuelve entre la niebla de las grandes manadas.
No consigo saber quién es el amo aquí.
Cambio bajo mi piel de perro a lobo.
Yo decreto la peste y atravieso con mis flancos en llamas
las planicies del porvenir y del pasado;
yo me tiendo a roer los huesecitos de tantos sueños
muertos entre celestes pastizales.
Mi reino está en mi sombra y va conmigo dondequiera que vaya,
o se desploma en ruinas con las puertas abiertas a la
invasión del enemigo.
Cada noche desgarro a dentelladas todo lazo ceñido al corazón,
y cada amanecer me encuentra con mi jaula de obediencia en el lomo.
Si devoro a mi dios uso su rostro debajo de mi máscara,
y sin embargo sólo bebo en el abrevadero de los hombres
un aterciopelado veneno de piedad que raspa en las entrañas.
He labrado el torneo en las dos tramas de la tapicería:
he ganado mi cetro de bestia en la intemperie,
y he otorgado también jirones de mansedumbre por trofeo.
Pero ¿quién vence en mí?
¿Quién defiende de mi bastión solitario en el desierto, la sábana del sueño?
¿Y quién roe mis labios, despacito y a oscuras, desde mis propios dientes?